martes, 31 de diciembre de 2013

LAS 10 MEJORES PELÍCULAS DEL 2013


Faltan algunas películas que aún no he podido ver y que cuentan con el beneplácito de la crítica: La vida de Adele, La gran belleza, Searching for Sugarman o Antes del anochecer. También fuera de este ranking se quedarían, en los puestos once y doce, las dos mejores películas de corte fantástico de los últimos doce meses: El hombre de acero e Iron man 3, a falta de ver El Hobbit, la desolación de Smaug. En el diez, Stoker compartiría posición con Expediente Warren, ya comentada en la lista dedicada al cine de terror. 

10. Stoker

En su primera incursión en el cine norteamericano, Park Chan-Wook juega a ser Hitchcock sin perder su propia marca visual, y el resultado es un atípico y magnético thriller, con algunas de las imágenes más poderosas que nos ha dejado el 2013. La trama no es nada del otro Jueves y no es la mejor película de su director, pero traspira cine por los cuatro costados y no defrauda.

9. Capitán Phillips

 El muy $%&º de Paul Greengrass vuelve a ponernos en tensión durante más de dos horas. Basado en un hecho real, y con un pletórico Tom Hanks (huele a Oscar) al mando, el director inglés nos mete de cabeza en el secuestro de un carguero a manos de un grupo de piratas somalíes. Da igual que uno conozca como acabó aquel suceso en la vida real; Greengrass te agarra del cuello y no te deja respirar hasta el último fotograma. Tremenda.

8. The master

 La razón por la que esta película no este entre los primeros puestos es que creo que la historia que nos cuenta Paul Thomas Anderson va perdiendo fuerza a medida que avanza la película, y el final no me terminó de convencer, lo sentí falto de garra. A pesar de lo dicho, Anderson es un director fundamental, y aquí nos regala celuloide de alta escuela, con una interpretaciones apabullantes de Joaquín Phoenix, Philip Seymour Hoffman y Amy Adams. Un relato complejo y fascinante, alejado de cualquier parámetro comercial.

7. Gravity

Admito que cuando vi el trailer  de Gravity no me llamó la atención, quien sabe si por Sandra Bullock... pero he de confesar que hasta ella me acabó convenciendo. Apabullante en lo visual, el último trabajo de Cuarón es una frenética montaña rusa en el espacio, donde prevalece un apartado técnico brutal (ese 3d) y un montaje excelente. La excusa narrativa es mínima, pero lo demás funciona tan bien que importa poco.  

6. La caza

 Quizás la mejor película de uno de los padres del dogma, que no había vuelto a estar a la altura desde Festen. Vinterberg trata un tema duro como la pedofilia para hablarnos de una sociedad que presume de solidaria, pero que apesta a insolaridad e hipocresía.  El alma de la cinta es un Mads Mikkelsen magnífico, que borda el papel de un padre superado por las circunstancias. Una de esas películas de las que no puedes apartar la vista de la pantalla. Excelente. 

5. Mud

 Si Jeff Nichols ya apuntaba maneras con su interesantísima Take Shelter, Mud confirma que es un director a seguir. Drama adolescente o thriller sureño, este film con reminiscencias a Dickens o Twain es una de las sorpresas de este ejercicio. De ritmo pausado y narración clásica, la historia de dos chicos y su relación con un perdedor brilla en todos sus apartados, pero especialmente en el papel interpretado por un enorme Matthew McConaughey. Y es que empieza a parecer que el alma de Paul Newman se ha metido en un actor que hasta hace no muchos años no pasaba de correcto, siendo muy amables. Una gran película.

4. Prisioneros

Cualquiera de los títulos de estos cinco últimos puestos podía haber sido mi favorito del año, de ahí que me haya costado situarlos en un orden. Si con Mud hablaba de sorpresa, qué decir del mejor thriller de los últimos tiempos. Prisioneros tiene influencias de Seven o más concretamente, de Zodiac, pero posee una personalidad propia indiscutible, basada en la fuerza visual y poética que Villeneuve imprime a cada imagen. Oscura, pesimista y malsana, Prisioneros respira gracias a unos personajes prodigiosamente interpretados por tres nombres propios: Jake Gyllenhaal, Hugh Jackman y Paul Dano.

3. 12 años de esclavitud

Quien conozca las anteriores películas de Steve McQueen sabrá que sentarse a ver una película de este hombre suele ser una experiencia dolorosa, cruel y escasamente redentora. Su película más comercial, llamada a ser una de las triunfadoras de los Oscar, no es una excepción. Basada en un hecho real, durante más de dos horas asistimos a un Via crucis protagonizado por un gran Chiwetel Ejiofor, acompañado de un elenco de actores en estado de gracia, entre los que destaca, como no, un Fassbender que tiene el Oscar asegurado. El film es duro, mucho, pero también evita la moralina y la lágrima fácil, y lanza un mensaje muy apropiado sobre los límites de la libertad individual y la sinrazón a la que puede llegar el ser humano. 

2. Django desencadenado

Homenaje-remake del Django de Sergio Corbucci, pasado por la batidora de Tarantino hasta convertirse en un trabajo posmoderno como sólo el autor de Pulp fiction sabe hacerlo. Excepcional guión (Oscar al guión original), perfecto ritmo y geniales papeles para todos, pero especialmente para Waltz (Oscar), Di Caprio y Samuel L. Jackson. Sangrienta, salvaje y cómica, repleta de secuencias sorprendentes pero tan politicamente incorrecta que la Academia no se atrevió a darle el premio a mejor película. Por lo demás, una de las grandes cimas de un director irrepetible.

1. Amor

 Tampoco puedo añadir mucho más que no se haya dicho ya sobre esta obra maestra. Haneke en plenitud artística llega a la cúspide del cine haciendo que una película parezca tan real como la vida misma, o tan irreal como sólo el cine puede serlo al imitar a la vida. Su aparente sencillez, su uso del fuera de campo o del espacio, y las interpretaciones de Trintignant y Riva son ya parte de la historia del celuloide. Haneke es un director difícil, y sus películas necesitan de una gran participación del espectador. Es lo que tiene ser un artista con mayúsculas. Amor reclama al espectador como parte de la obra.     

lunes, 30 de diciembre de 2013

LAS MEJORES PELÍCULAS DE TERROR DEL 2013

Os dejo la lista de las que, en mi opinión, fueron las películas más destacables del género en 2013. No he puesto la excelente The Cabin in the woods, ya que aunque se estrenó hace unos meses en España, su año de producción es de 2011, y a estas alturas hay pocos que no la hayan visto. Este ha sido otro año discreto para el terror, con algunas relativas decepciones –la más sonada fue Mamá, otro sobado cuento comercial de la casa “Guillermo del Toro”-, o Insidious 2, que siendo correcta, se queda lejos de la primera parte. Como suele ser habitual, el cine de terror de bajo presupuesto sigue aportando mucha basura, pero también trabajos más arriesgados y disfrutables. 

10. Sharknado.
La peor-mejor película del año se merece por lo menos una mención. Sharknado es la culminación de todos los despropósitos que la productora Asylum nos ha estado vendiendo durante los últimos años. No sólo el argumento es demencial, también parece dirigida por un niño de catorce años, lo que plantea la pregunta de si Sharknado es una chapuza intencionada o no. Mala, sí, pero con mucho ritmo y mala baba. Obligada para cualquier cinefago. 
 9. Lords of Salem
 
 La última cinta de Rob Zombie me pareció tan irregular como casi toda su filmografía anterior. Este hombre tiene un estilo visual propio muy potente, y en Lords of Salem queda reflejado con unas cuantas secuencias inquietantes, pero necesita que otro se encargue de los guiones para que sus films dejen de subir y bajar como un tío vivo. Su mujer tampoco le ayuda haciendo el papel principal de esta atrayente pero algo desvalazada película.
8. Magic magic
Quizás no tanto de terror como un drama psicológico, esta peculiar producción chilena salva los muebles gracias a la estupenda interpretación de Juno Temple (mejor actriz en Sitges), y una buena dosificación del suspense. Un impactante descenso a la locura que chirría en su parte final, pero que no te deja indiferente. 

7. Frankenstein´s army

Desde luego no me parece una buena película. Canta el bajo presupuesto, los anacronismos varios y las pobres interpretaciones del reparto, pero el diseño artístico de las criaturas que pueblan este producto lo convierte en una pieza única. Vemos bichos imaginativos estilo steam-punk que nos recuerdan a películas como Silent Hill o al comic de Hellboy, pero sin llegar a caer en la copia; y es que estos entrañables monstruos se mueven entre lo inofensivo y lo poco práctico, algo que sin duda les añade aún más encanto. Indispensable para los amantes a los video-juegos y al sub-género de mad-doctors.

6. Jug face 

 Ejemplo de producción minúscula pero también de ideas claras. Jug face es un discreto pero muy efectivo cuento macabro. Mezcla de Gótico Americano y monster movie, su corto metraje ayuda a que el escaso argumento no parezca demasiado estirado; además, las más que convincentes actuaciones de todo el reparto (atención a Sean Bridgers) y un final que quita el hipo ayudan a olvidarse de algunas incongruencias y otros problemas. Atmosférica y malsana, quizás la mejor del año con respecto a su calidad/presupuesto.

5. American Mary

   Katharine Isabelle es una actriz ligada al género desde los tiempos de la primera Ginger Snaps. Le faltaba un papel para ser recordada, y este año lo ha conseguido gracias a las hermanas Soska y su American Mary. Cercana al cine de Lynchperosinpasarse, la película se adentra en el bizarro mundo de las cirugías estéticas y las modificaciones de cuerpo ilegales, y cuenta la historia de una estudiante de medicina que es violada y que, en su afán de venganza, perderá la cordura por el camino. Sugestiva y original en algunos momentos, quizás le falte un tercer acto más desarrollado y un final menos precipitado para ser más redonda. Sólo por ver a la Isabelle vestida de cuero negro ya merece el visionado.


4. VHS/2

 Irregular pero mejor que la anterior entrega. El segmento dirigido por Gareth Evans (The raid) y Timo Tjahjanto titulado Save Haven, es de las mejores historias cortas que he visto jamás en un film de sketches. Es algo así como The Cabin in the woods versión oriental y comprimido en unos treinta minutos. Salvaje, aterrador y frenético, desde luego no es para todos los paladares, pero es tremendamente efectivo. De las demás historias también cabe destacar Un paseo por el parque, una divertida historia de zombis contada desde el punto de vista de un zombi.. con una cámara encima. El resto de los relatos van de lo flojo –Clinical trials, Alien Abduction...- a lo impresentable con el segmento que une todas las historias. 

3. John dies at the end

 Tras su irregular paso por Masters of horror, Don Coscarelli regresó a su vertiente más psicotrónica (¿tiene otra?) con este inclasificable pero divertido tour de force. Versión fumada de Sobrenatural, John dies at the end es loca y absurda, pero no deja todo al azar y cuenta con cierta estructura dramática que la hace un film extrañamente compacto, sobre todo teniendo en cuenta que está dirigido por el autor de Phantasma. Magníficos fx y algunas secuencias para el recuerdo, merece ser de culto desde ya.

2. Posesión infernal

 Este remake dividió a los fans –que no a la crítica-, pero pienso que tiene unos cuantos aciertos que la hacen un film estimable por si mismo, más allá de que en las comparaciones con la original salga perdiendo. Su asfixiante atmósfera, su contundencia expositiva en las escenas sangrientas y lo artesanal de los efectos y maquillajes, hace de esta producción un estupendo pasatiempo con reminiscencias ochenteras; además, creo que da en el blanco al huir del humor de la saga de Sam Raimi, y también al cambiar el final por uno distinto y más acorde con la historia de la protagonista. 

1.Expediente Warren 
 
No sólo la mejor película de terror de este año, sino que junto a The Cabin in the woods las dos más importantes, como mínimo, del último lustro. Se la puede tachar de excesiva o de buscar en ocasiones el susto fácil. Pero nadie, desde hacia mucho tiempo, había conseguido tanta sobriedad a la hora de rodar una escena de terror, mezclando un gran conocimiento del género, mucho talento y una técnica impecable. James Wan encadena una secuencia brillante tras otra, quizás no todas efectivas, pero con un in crecendo nunca antes visto en su anterior filmografía. Expediente Warren funciona como un reloj suizo, todos los engranajes dirigidos a crear tensión –actores, música, decorados- funcionan a la perfección, y el final -talón de Aquiles de todo el terror reciente- no hace que todo lo anterior se diluya como un azucarillo, sino todo lo contrario. Supongo que no tendrá ninguna nominación a los Oscar, pero estamos ante una estupenda película, en todos los sentidos.