Faltan algunas películas que aún no he podido ver y
que cuentan con el beneplácito de la crítica: La vida de Adele, La gran
belleza, Searching for Sugarman o Antes del anochecer. También fuera de
este ranking se quedarían, en los puestos once y doce, las dos mejores
películas de corte fantástico de los últimos doce meses: El hombre de acero e Iron man 3, a falta de ver El Hobbit, la desolación de Smaug.
En el diez, Stoker compartiría posición con Expediente Warren, ya
comentada en la lista dedicada al cine de terror.
10. Stoker
En su primera incursión en el cine norteamericano,
Park Chan-Wook juega a ser Hitchcock sin perder su propia marca visual, y el
resultado es un atípico y magnético thriller, con algunas de las imágenes más
poderosas que nos ha dejado el 2013. La trama no es nada del otro Jueves y no
es la mejor película de su director, pero traspira cine por los cuatro costados
y no defrauda.
9. Capitán Phillips
El muy $%&º de Paul Greengrass vuelve a
ponernos en tensión durante más de dos horas. Basado en un hecho real, y con un
pletórico Tom Hanks (huele a Oscar) al mando, el director inglés nos mete de
cabeza en el secuestro de un carguero a manos de un grupo de piratas somalíes.
Da igual que uno conozca como acabó aquel suceso en la vida real; Greengrass te
agarra del cuello y no te deja respirar hasta el último fotograma. Tremenda.
8. The master
La razón por la que esta película no este entre los
primeros puestos es que creo que la historia que nos cuenta Paul Thomas
Anderson va perdiendo fuerza a medida que avanza la película, y el final no me
terminó de convencer, lo sentí falto de garra. A pesar de lo dicho, Anderson es
un director fundamental, y aquí nos regala celuloide de alta escuela, con una
interpretaciones apabullantes de Joaquín Phoenix, Philip Seymour Hoffman y Amy
Adams. Un relato complejo y fascinante, alejado de cualquier parámetro
comercial.
7. Gravity
Admito que cuando vi el
trailer de Gravity no me llamó la atención, quien sabe si por Sandra Bullock... pero he de
confesar que hasta ella me acabó convenciendo. Apabullante en lo visual, el
último trabajo de Cuarón es una frenética montaña rusa en el espacio, donde
prevalece un apartado técnico brutal (ese 3d) y un montaje excelente. La excusa
narrativa es mínima, pero lo demás funciona tan bien que importa poco.
6. La caza
Quizás la mejor película de uno de los padres del
dogma, que no había vuelto a estar a la altura desde Festen. Vinterberg
trata un tema duro como la pedofilia para hablarnos de una sociedad que presume
de solidaria, pero que apesta a insolaridad e hipocresía. El alma de la cinta es un Mads Mikkelsen
magnífico, que borda el papel de un padre superado por las circunstancias. Una
de esas películas de las que no puedes apartar la vista de la pantalla.
Excelente.
5. Mud
Si Jeff Nichols ya apuntaba maneras con su
interesantísima Take Shelter, Mud confirma que es un director a
seguir. Drama adolescente o thriller sureño, este film con reminiscencias a
Dickens o Twain es una de las sorpresas de este ejercicio. De ritmo pausado y
narración clásica, la historia de dos chicos y su relación con un perdedor
brilla en todos sus apartados, pero especialmente en el papel interpretado por
un enorme Matthew McConaughey. Y es que empieza a parecer que el alma de Paul
Newman se ha metido en un actor que hasta hace no muchos años no pasaba de
correcto, siendo muy amables. Una gran película.
4. Prisioneros
Cualquiera de los títulos de estos cinco
últimos puestos podía haber sido mi favorito del año, de ahí que me haya
costado situarlos en un orden. Si con Mud hablaba de sorpresa, qué decir
del mejor thriller de los últimos tiempos. Prisioneros tiene influencias
de Seven o más concretamente, de Zodiac, pero posee una personalidad
propia indiscutible, basada en la fuerza visual y poética que Villeneuve
imprime a cada imagen. Oscura, pesimista y malsana, Prisioneros respira
gracias a unos personajes prodigiosamente interpretados por tres nombres
propios: Jake Gyllenhaal, Hugh Jackman y Paul Dano.
3. 12 años de esclavitud
Quien conozca las anteriores películas de Steve
McQueen sabrá que sentarse a ver una película de este hombre suele ser una
experiencia dolorosa, cruel y escasamente redentora. Su película más comercial,
llamada a ser una de las triunfadoras de los Oscar, no es una excepción. Basada
en un hecho real, durante más de dos horas asistimos a un Via crucis
protagonizado por un gran Chiwetel Ejiofor, acompañado de un elenco de actores
en estado de gracia, entre los que destaca, como no, un Fassbender que tiene el
Oscar asegurado. El film es duro, mucho, pero también evita la moralina y la
lágrima fácil, y lanza un mensaje muy apropiado sobre los límites de la
libertad individual y la sinrazón a la que puede llegar el ser humano.
2. Django desencadenado
Homenaje-remake del Django de Sergio
Corbucci, pasado por la batidora de Tarantino hasta convertirse en un trabajo
posmoderno como sólo el autor de Pulp fiction sabe hacerlo. Excepcional
guión (Oscar al guión original), perfecto ritmo y geniales papeles para todos, pero especialmente para
Waltz (Oscar), Di Caprio y Samuel L. Jackson. Sangrienta, salvaje y cómica,
repleta de secuencias sorprendentes pero tan politicamente incorrecta que la Academia no se atrevió a darle el premio a mejor película. Por lo demás, una de las grandes cimas de un director
irrepetible.
1. Amor
Tampoco puedo añadir mucho más que no se haya dicho
ya sobre esta obra maestra. Haneke en plenitud artística llega a la cúspide del
cine haciendo que una película parezca tan real como la vida misma, o tan
irreal como sólo el cine puede serlo al imitar a la vida. Su aparente sencillez, su uso del fuera de
campo o del espacio, y las interpretaciones de Trintignant y Riva son ya parte
de la historia del celuloide. Haneke es un director difícil, y sus películas
necesitan de una gran participación del espectador. Es lo que tiene ser un
artista con mayúsculas. Amor reclama al espectador como parte de la obra.