martes, 31 de diciembre de 2013

LAS 10 MEJORES PELÍCULAS DEL 2013


Faltan algunas películas que aún no he podido ver y que cuentan con el beneplácito de la crítica: La vida de Adele, La gran belleza, Searching for Sugarman o Antes del anochecer. También fuera de este ranking se quedarían, en los puestos once y doce, las dos mejores películas de corte fantástico de los últimos doce meses: El hombre de acero e Iron man 3, a falta de ver El Hobbit, la desolación de Smaug. En el diez, Stoker compartiría posición con Expediente Warren, ya comentada en la lista dedicada al cine de terror. 

10. Stoker

En su primera incursión en el cine norteamericano, Park Chan-Wook juega a ser Hitchcock sin perder su propia marca visual, y el resultado es un atípico y magnético thriller, con algunas de las imágenes más poderosas que nos ha dejado el 2013. La trama no es nada del otro Jueves y no es la mejor película de su director, pero traspira cine por los cuatro costados y no defrauda.

9. Capitán Phillips

 El muy $%&º de Paul Greengrass vuelve a ponernos en tensión durante más de dos horas. Basado en un hecho real, y con un pletórico Tom Hanks (huele a Oscar) al mando, el director inglés nos mete de cabeza en el secuestro de un carguero a manos de un grupo de piratas somalíes. Da igual que uno conozca como acabó aquel suceso en la vida real; Greengrass te agarra del cuello y no te deja respirar hasta el último fotograma. Tremenda.

8. The master

 La razón por la que esta película no este entre los primeros puestos es que creo que la historia que nos cuenta Paul Thomas Anderson va perdiendo fuerza a medida que avanza la película, y el final no me terminó de convencer, lo sentí falto de garra. A pesar de lo dicho, Anderson es un director fundamental, y aquí nos regala celuloide de alta escuela, con una interpretaciones apabullantes de Joaquín Phoenix, Philip Seymour Hoffman y Amy Adams. Un relato complejo y fascinante, alejado de cualquier parámetro comercial.

7. Gravity

Admito que cuando vi el trailer  de Gravity no me llamó la atención, quien sabe si por Sandra Bullock... pero he de confesar que hasta ella me acabó convenciendo. Apabullante en lo visual, el último trabajo de Cuarón es una frenética montaña rusa en el espacio, donde prevalece un apartado técnico brutal (ese 3d) y un montaje excelente. La excusa narrativa es mínima, pero lo demás funciona tan bien que importa poco.  

6. La caza

 Quizás la mejor película de uno de los padres del dogma, que no había vuelto a estar a la altura desde Festen. Vinterberg trata un tema duro como la pedofilia para hablarnos de una sociedad que presume de solidaria, pero que apesta a insolaridad e hipocresía.  El alma de la cinta es un Mads Mikkelsen magnífico, que borda el papel de un padre superado por las circunstancias. Una de esas películas de las que no puedes apartar la vista de la pantalla. Excelente. 

5. Mud

 Si Jeff Nichols ya apuntaba maneras con su interesantísima Take Shelter, Mud confirma que es un director a seguir. Drama adolescente o thriller sureño, este film con reminiscencias a Dickens o Twain es una de las sorpresas de este ejercicio. De ritmo pausado y narración clásica, la historia de dos chicos y su relación con un perdedor brilla en todos sus apartados, pero especialmente en el papel interpretado por un enorme Matthew McConaughey. Y es que empieza a parecer que el alma de Paul Newman se ha metido en un actor que hasta hace no muchos años no pasaba de correcto, siendo muy amables. Una gran película.

4. Prisioneros

Cualquiera de los títulos de estos cinco últimos puestos podía haber sido mi favorito del año, de ahí que me haya costado situarlos en un orden. Si con Mud hablaba de sorpresa, qué decir del mejor thriller de los últimos tiempos. Prisioneros tiene influencias de Seven o más concretamente, de Zodiac, pero posee una personalidad propia indiscutible, basada en la fuerza visual y poética que Villeneuve imprime a cada imagen. Oscura, pesimista y malsana, Prisioneros respira gracias a unos personajes prodigiosamente interpretados por tres nombres propios: Jake Gyllenhaal, Hugh Jackman y Paul Dano.

3. 12 años de esclavitud

Quien conozca las anteriores películas de Steve McQueen sabrá que sentarse a ver una película de este hombre suele ser una experiencia dolorosa, cruel y escasamente redentora. Su película más comercial, llamada a ser una de las triunfadoras de los Oscar, no es una excepción. Basada en un hecho real, durante más de dos horas asistimos a un Via crucis protagonizado por un gran Chiwetel Ejiofor, acompañado de un elenco de actores en estado de gracia, entre los que destaca, como no, un Fassbender que tiene el Oscar asegurado. El film es duro, mucho, pero también evita la moralina y la lágrima fácil, y lanza un mensaje muy apropiado sobre los límites de la libertad individual y la sinrazón a la que puede llegar el ser humano. 

2. Django desencadenado

Homenaje-remake del Django de Sergio Corbucci, pasado por la batidora de Tarantino hasta convertirse en un trabajo posmoderno como sólo el autor de Pulp fiction sabe hacerlo. Excepcional guión (Oscar al guión original), perfecto ritmo y geniales papeles para todos, pero especialmente para Waltz (Oscar), Di Caprio y Samuel L. Jackson. Sangrienta, salvaje y cómica, repleta de secuencias sorprendentes pero tan politicamente incorrecta que la Academia no se atrevió a darle el premio a mejor película. Por lo demás, una de las grandes cimas de un director irrepetible.

1. Amor

 Tampoco puedo añadir mucho más que no se haya dicho ya sobre esta obra maestra. Haneke en plenitud artística llega a la cúspide del cine haciendo que una película parezca tan real como la vida misma, o tan irreal como sólo el cine puede serlo al imitar a la vida. Su aparente sencillez, su uso del fuera de campo o del espacio, y las interpretaciones de Trintignant y Riva son ya parte de la historia del celuloide. Haneke es un director difícil, y sus películas necesitan de una gran participación del espectador. Es lo que tiene ser un artista con mayúsculas. Amor reclama al espectador como parte de la obra.     

lunes, 30 de diciembre de 2013

LAS MEJORES PELÍCULAS DE TERROR DEL 2013

Os dejo la lista de las que, en mi opinión, fueron las películas más destacables del género en 2013. No he puesto la excelente The Cabin in the woods, ya que aunque se estrenó hace unos meses en España, su año de producción es de 2011, y a estas alturas hay pocos que no la hayan visto. Este ha sido otro año discreto para el terror, con algunas relativas decepciones –la más sonada fue Mamá, otro sobado cuento comercial de la casa “Guillermo del Toro”-, o Insidious 2, que siendo correcta, se queda lejos de la primera parte. Como suele ser habitual, el cine de terror de bajo presupuesto sigue aportando mucha basura, pero también trabajos más arriesgados y disfrutables. 

10. Sharknado.
La peor-mejor película del año se merece por lo menos una mención. Sharknado es la culminación de todos los despropósitos que la productora Asylum nos ha estado vendiendo durante los últimos años. No sólo el argumento es demencial, también parece dirigida por un niño de catorce años, lo que plantea la pregunta de si Sharknado es una chapuza intencionada o no. Mala, sí, pero con mucho ritmo y mala baba. Obligada para cualquier cinefago. 
 9. Lords of Salem
 
 La última cinta de Rob Zombie me pareció tan irregular como casi toda su filmografía anterior. Este hombre tiene un estilo visual propio muy potente, y en Lords of Salem queda reflejado con unas cuantas secuencias inquietantes, pero necesita que otro se encargue de los guiones para que sus films dejen de subir y bajar como un tío vivo. Su mujer tampoco le ayuda haciendo el papel principal de esta atrayente pero algo desvalazada película.
8. Magic magic
Quizás no tanto de terror como un drama psicológico, esta peculiar producción chilena salva los muebles gracias a la estupenda interpretación de Juno Temple (mejor actriz en Sitges), y una buena dosificación del suspense. Un impactante descenso a la locura que chirría en su parte final, pero que no te deja indiferente. 

7. Frankenstein´s army

Desde luego no me parece una buena película. Canta el bajo presupuesto, los anacronismos varios y las pobres interpretaciones del reparto, pero el diseño artístico de las criaturas que pueblan este producto lo convierte en una pieza única. Vemos bichos imaginativos estilo steam-punk que nos recuerdan a películas como Silent Hill o al comic de Hellboy, pero sin llegar a caer en la copia; y es que estos entrañables monstruos se mueven entre lo inofensivo y lo poco práctico, algo que sin duda les añade aún más encanto. Indispensable para los amantes a los video-juegos y al sub-género de mad-doctors.

6. Jug face 

 Ejemplo de producción minúscula pero también de ideas claras. Jug face es un discreto pero muy efectivo cuento macabro. Mezcla de Gótico Americano y monster movie, su corto metraje ayuda a que el escaso argumento no parezca demasiado estirado; además, las más que convincentes actuaciones de todo el reparto (atención a Sean Bridgers) y un final que quita el hipo ayudan a olvidarse de algunas incongruencias y otros problemas. Atmosférica y malsana, quizás la mejor del año con respecto a su calidad/presupuesto.

5. American Mary

   Katharine Isabelle es una actriz ligada al género desde los tiempos de la primera Ginger Snaps. Le faltaba un papel para ser recordada, y este año lo ha conseguido gracias a las hermanas Soska y su American Mary. Cercana al cine de Lynchperosinpasarse, la película se adentra en el bizarro mundo de las cirugías estéticas y las modificaciones de cuerpo ilegales, y cuenta la historia de una estudiante de medicina que es violada y que, en su afán de venganza, perderá la cordura por el camino. Sugestiva y original en algunos momentos, quizás le falte un tercer acto más desarrollado y un final menos precipitado para ser más redonda. Sólo por ver a la Isabelle vestida de cuero negro ya merece el visionado.


4. VHS/2

 Irregular pero mejor que la anterior entrega. El segmento dirigido por Gareth Evans (The raid) y Timo Tjahjanto titulado Save Haven, es de las mejores historias cortas que he visto jamás en un film de sketches. Es algo así como The Cabin in the woods versión oriental y comprimido en unos treinta minutos. Salvaje, aterrador y frenético, desde luego no es para todos los paladares, pero es tremendamente efectivo. De las demás historias también cabe destacar Un paseo por el parque, una divertida historia de zombis contada desde el punto de vista de un zombi.. con una cámara encima. El resto de los relatos van de lo flojo –Clinical trials, Alien Abduction...- a lo impresentable con el segmento que une todas las historias. 

3. John dies at the end

 Tras su irregular paso por Masters of horror, Don Coscarelli regresó a su vertiente más psicotrónica (¿tiene otra?) con este inclasificable pero divertido tour de force. Versión fumada de Sobrenatural, John dies at the end es loca y absurda, pero no deja todo al azar y cuenta con cierta estructura dramática que la hace un film extrañamente compacto, sobre todo teniendo en cuenta que está dirigido por el autor de Phantasma. Magníficos fx y algunas secuencias para el recuerdo, merece ser de culto desde ya.

2. Posesión infernal

 Este remake dividió a los fans –que no a la crítica-, pero pienso que tiene unos cuantos aciertos que la hacen un film estimable por si mismo, más allá de que en las comparaciones con la original salga perdiendo. Su asfixiante atmósfera, su contundencia expositiva en las escenas sangrientas y lo artesanal de los efectos y maquillajes, hace de esta producción un estupendo pasatiempo con reminiscencias ochenteras; además, creo que da en el blanco al huir del humor de la saga de Sam Raimi, y también al cambiar el final por uno distinto y más acorde con la historia de la protagonista. 

1.Expediente Warren 
 
No sólo la mejor película de terror de este año, sino que junto a The Cabin in the woods las dos más importantes, como mínimo, del último lustro. Se la puede tachar de excesiva o de buscar en ocasiones el susto fácil. Pero nadie, desde hacia mucho tiempo, había conseguido tanta sobriedad a la hora de rodar una escena de terror, mezclando un gran conocimiento del género, mucho talento y una técnica impecable. James Wan encadena una secuencia brillante tras otra, quizás no todas efectivas, pero con un in crecendo nunca antes visto en su anterior filmografía. Expediente Warren funciona como un reloj suizo, todos los engranajes dirigidos a crear tensión –actores, música, decorados- funcionan a la perfección, y el final -talón de Aquiles de todo el terror reciente- no hace que todo lo anterior se diluya como un azucarillo, sino todo lo contrario. Supongo que no tendrá ninguna nominación a los Oscar, pero estamos ante una estupenda película, en todos los sentidos.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

LA MANO: Cortos y resumen



Aparte de los films a concurso, también se pudo disfrutar de un buen puñado de cortometrajes vinculados con el terror y el fantástico. No voy a hablar de todos ellos porque son muchos y no recuerdo todos, pero sí quiero hablar un poco de los que más me gustaron y de alguno que me pareció pésimo.

Destacaría dos trabajos: uno es Hotel, de José Luis Alemán, y el otro Honeymoon suite, de Zao Wang. Hotel está basado en una historia de Thomas Ott, un artista suizo de lo mácabro y lo surreal que publicó esta historieta en el comic Cinema Panopticum.
Una vez visto, recuerda mucho a las historias de terror de la E.C y a las temáticas de corte fantástico del Zona 84.
Un hombre camina por el desierto (¿?) y llega a un hotel que se encuentra en medio de la nada. Una vez dentro, se percata de que el lugar parece hallarse abandonado. Eso cambia cuando entra en una sala y se da de bruces con un verdadero banquete, una mesa llena de apetitosa comida. 

Hasta aquí puedo leer sin desentrañar una trama que no descubre sus cartas hasta el memorable final. Más allá de su argumento resultón, hay que subrayar que Hotel sobresale por su gran apartado técnico, en el que las labores de diseño artístico y maquillaje hacen que este corto crezca exponencialmente. 
No cabe duda de que hay mucha pasta invertida en esta producción. Los interiores, la fotografía, los efectos y el montaje demuestran que estamos ante un trabajo muy elaborado. Pero la mano de Alemán también funciona a la hora de manejar el tiempo de la historia; sin andarse con florituras, coloca la cámara en el sitio adecuado y dota a su trabajo de ritmo e inquietud. Un corto destacable.
 
También Honeymoon suite es una producción muy cuidada. Es un corto donde no importa tanto lo que se cuenta como los detalles; son los que hacen de esta pieza un producto diferente y muy sugestivo. Un hombre de negocios llega a un Hotel de lujo chino y es atendido por una relaciones públicas. Ella es la encargada de enseñarle su habitación, una suite que cuenta con una llamativa peculiaridad: tiene varios grilletes sujetos a la cama.
Tampoco destriparé nada más de este elegante corto; sólo decir que aunque la historia no me pareció para tirar cohetes, el trabajo con los personajes, la parte final y esos detalles de los que hablaba antes, hacen de Honeymoon suiete una experiencia gratificante y muy recomendable.

Honeymoon suite se llevo el premio al mejor corto del Festival, y Hotel, el  premio del público.

De los demás trabajos, pues un poco de todo. El corto esloveno Curiosity Kills me pareció muy simpático; trata sobre una familia que se enfrenta a una rata radiactiva, y su director mezcla sabiamente la estética del cartoon con el gore más desenfrenado.
 Luego también está el delirante y sangriento Fist of Jesus. No tan bueno como su anterior Brutal relax, pero divertido y salvaje. Me gustó el tono clásico y decadente de Necrolovers, y el aprovechamiento de los pocos medios con los que contaba Chema Garcia Ibarra para realizar un corto inquietante titulado Misterio.


En la zona tibia situaría algunos trabajos que me parecieron interesantes pero irregulares. Monsters does not exist parece un documental sobre Camboya, y en realidad lo es. Behind the bush y Killrats son dos cortos pasables, con unos buenos efectos especiales pero saturados de tantas referencias y plagios al género que se olvidan nada más verlos. Cold Turkey es un corto islandes con un buen punto de partida que no termina de explotar su planteamiento.
 Dientes de otro es un corto atrevido y muy personal. Se palpa el gusto por el cine más agresivo de Fulci o Lustig, y logra momentos de una malsana atmófera bizarra. Lástima que se alargue un guión que apenas existe, y que se note demasiado el tono amateur en los actores y en la dirección. Pero desde luego, me quedo con este tipo de cortos que buscan fórmulas arriesgadas a otros que tienen mucho más presupuesto y que son tan correctos que dan grima. 

En este saco voy a meter algunos productos que me parecieron mediocres, como lo último del inefable Julián Lara, su decepcionante Till death do us part, un corto desangelado y torpe hasta decir basta. Otro que me resultó flojo fue Presence Required, ejemplo de corto bienintencionado que tiene una idea insólita de base pero que no sabe desarrollarla ni nada que se le parezca. Y qué decir de Tin y Tina, uno de los truños más impresentables que he visto en mucho tiempo. Es un caso claro de una tomadura de pelo envuelta en una buena factura técnica.

Pues eso, que luego muchas de estas cosas están subvencionadas por el Ministerio de Cultura. Ahí es nada.

Para terminar los comentarios sobre “La mano”, pues dar la enhorabuena a sus organizadores por la gran labor realizada. Han hecho un trabajo magnífico trayendo a Colin Arthur, creando concursos de audiorelatos y relatos, organizando conciertos y conferencias como la de Carlos Garcia Miranda y Luis Muiño, y sobretodo, dando vida y calor a un Festival que ojalá dure muchos años.

jueves, 7 de noviembre de 2013

LA MANO, día 3 y 4: DEVOURED, KING OF THE PIGS Y ESCÓNDETE



Devoured, Año: 2012, Director: Greg Olliver, Reparto: Marta Milans, Kara Jackson, Bruno Goiello.

Sinopsis: una madre inmigrante trabaja como limpiadora en un viejo restaurante de Nueva York para poder pagar la operación de su hijo enfermo. Sin amigos ni familia, tiene una vida solitaria y desesperada, ahorra cada céntimo para enviarlo a casa para su hijo. A medida que sus circunstancias empeoran, las fuerzas malignas que habitan el restaurante comienzan a atormentarla.

Un buen ejemplo de como el cine de bajo presupuesto puede convertir sus defectos en virtudes. Pocos actores, lugares solitarios, un par de escenarios y escasos diálogos; con estos ingredientes, Greg Olliver construye una película de terror pequeña pero estimulante, llena de repeticiones inquietantes (esos planos de comida) y elipsis que sabemos que esconden algo pero no tenemos la certeza de qué es.

Una de las primeras cosas que llama la atención es su tempo, pausado y alejado del terror norteamericano de palomitas, que nos va sumergiendo poco a poco en una atmósfera pesadillesca y surreal. A esto debemos sumarle una trama que incluye crítica social y fantasmas, y que son esenciales tanto para entender la historia como para disfrutar de un final acertadísimo y sangriento, que consigue hacernos olvidar lo previsible del argumento principal del film.

Olliver es habil en el uso de la profundidad de campo, y muchas escenas de suspense ganan enteros gracias a su buen manejo del espacio. 

Pero en Devoured hay un aspecto positivo que se eleva por encima de todas estas cosas: la interpretación de Marta Milans. Es todo un descubrimiento, una actriz total que encima es madrileña, y que logra acercarnos con sensibilidad a un personaje marcado por sus traumas y sus problemas internos y externos. Ojalá esta chica no caiga en el limbo y la veamos en un tiempo triunfando en las salas de cine.

Devoured no pasará a la historia del cine de terror ni lo pretende. Es posible que aburra a los acostumbrados a un cine más comercial, y puede que no sorprenda a los curtidos del thriller sobrenatural. Pero son males menores que no deben empañar un tipo de cine (el independiente) que puede ser una buena salida para que el género pueda seguir reciclándose.



Dae gi eui wang, Año: 2011, Director: Yeun Sang-ho, Animación.

Sinopsis: Kyung-min y Jong-suk no pueden tener vidas más dispares: el primero es un hombre de negocios y el segundo es un escritor sin empleo que descarga su violencia con su mujer. Ambos se encuentran una noche para recordar cuando eran adolescentes e iban al instituto, donde eran acosados por sus compañeros y donde conocieron a Kim Chul, el único capaz de defenderles.

En el cine surcoreano –no sé si en la vida real- son muy dados a las emociones extremas. Hay una tendencia al dramatismo y a prolongar las secuencias de dolor y pérdida. La violencia es algo cotidiano, cualquier discusión acaba a tortas y el suicidio y la autodestrucción siempre parecen opciones lógicas; además, la figura del antihéroe se antoja como el más agresivo de todos los personajes, aunque se pase la mitad de la película callado y quiera hacer amigos de vez en cuando.

 Quienes visiten con frecuencia los thrillers made in corea, no se alarmaran por lo que muestra el film de Yeun Sang-ho -todo lo citado y un poco más- pero encontraran novedades en el tema de fondo, ya que pocas veces los sur coreanos suelen tirar piedras contra su propio tejado, en este caso, contra las estructuras internas de sus colegios.

La crudeza reside en ser testigos de como un sistema educativo represor, instaurado para “controlar” al alumnado, machaca y desconecta las aspiraciones de todos aquellos chavales que no han tenido la suerte de nacer ricos o de ser unos matones. 

La violencia diaria forja seres sin conciencia que luego arrastraran sus traumas hasta la madurez, donde en ocasiones llegan a florecer nuevos monstruos.

King of the pigs es una película dura y poco aconsejable para depresivos o buenistas. Apenas hay una nota alegre en todo el film, y eso acaba impregnando el relato de un fatalismo cercano al sadomasoquismo, algo por otra parte también muy de los orientales en general.

La animación es correcta y realista, y en varios aspectos me recuerda la de Vals con Bashir, aquel maravilloso film Israelí del 2008. Quizás no tan brillante visualmente, Kings of the pigs se defiende en el ámbito humano y psicológico; es una película solida e interesante a la que quizás le falte algo  de empatía con el espectador, con tanto personaje desquiciado y regulero. Pero vamos, a lo mejor me equivoco y es simplemente una cuestión cultural, vaya usted a saber.
 Año: 2013, Director: Roque Madrid, Reparto: Victor Sevilla, Rubén Mascato, Raquel Arcos.

Sinopsis: Dos jóvenes parejas escogen un lugar para su botellón del sábado: un cuartel abandonado con una leyenda. Lo que parece ser una noche igual que otra, comienza a ir mal.

Galardonada con el premio a mejor película del Festival, si has leído la sinopsis ya sabrás por donde van a ir los tiros. Jóvenes alcornoques, idas y venidas interminables, leyendas de mercadillo y un lugar en ruinas para darle el tono tétrico al tema. 

Me parecería un batiburrillo aprovechable si no hubiera sido explotado hasta la saciedad en muchas producciones del último lustro, junto con los torture y los mockumentary, de los que Escóndete también bebe en grandes cantidades aunque no estemos ante un found footage al uso.

Si bien el punto de partida no es original, sí que hay elementos que varían lo suficiente para crear algo de tensión; la idea del juego del escondite con un ente sobrenatural de por medio no es nueva (El orfanato), pero aquí está tratada de otro modo, y las dos mejores secuencias (un acoso a dos personajes y el final) se aprovechan de ello.
El problema es que, aparte de esas dos secuencias, lo demás es, la mayor parte del tiempo, aburrido y redundante. 

Los personajes empiezan hablando como poligoneros y macarras. Los actores están metidos en sus papeles; hasta que uno de los chicos cuenta la leyenda del lugar: entonces su léxico cambia de forma sorprendente y sólo le falta recitar a Shakespeare. Es uno de esos errores que te puede sacar de una película que se presupone seria.

Si Escóndete hubiese apostado más por el humor podría haber sacado partido a los continuos e histéricos gritos de los protagonistas, a la supuesta lejanía del pueblo más cercano –se ven luces de varias casas en los alrededores-, a la incapacidad de los supervivientes por encontrar una salida de un sitio derruido o de salir por una ventana, o a varias incoherencias más. 

Este film no suma nada nuevo que no viésemos mucho mejor –uno ya se cansa de ver personajes de cara a la pared- en El proyecto de la bruja de Blair o en la reciente y modesta Atrocious. Lo peor es que, en otros infames plagios, como Grave encounters, The tunnel o Haunted Changi, encontramos más sangre y diversión que en la película de Roque Madrid.

En mi opinión un corto podría haber sido una magnífica opción para una trama anecdótica que de tanto estirarse se hace, citando a Juanito, “molto longo”.

domingo, 3 de noviembre de 2013

LA MANO, día 2: SVENO Y LOS INOCENTES


Año: 2012, Director: Roman Romanovskiy, Reparto: Vladimir Smirnov, Kristina Kazinskaya, Vladimir Frolov.
Sinopsis: Un joven científico está tratando de evitar el servicio militar, así que escoge un servicio alternativo y es enviado a educar niños a un orfanato suburbano, ubicado en una antigua casa señorial. Pronto descubre que varias personas que trabajaron allí antes que él murieron en extrañas circunstancias.

El Festival de cine “La mano” nos ha brindado la oportunidad de conocer un film de terror ruso, un género poco habitual por aquellos lares y casi desconocido en nuestro país. De esta última década se podrían destacar las dos películas de Los guardianes de la noche y el día, o la reciente Winter of the dead (2012). 

Zveno -creo que significa encadenado- se beneficia precisamente de lo exótico que resulta para nosotros ver un film de miedo relacionado con la madre Rusia; aunque la película de Romanovskiy se acerca bastante a un tipo de thriller sobrenatural que ya empieza a estar pasado de moda (El orfanato, Gothica y mil más), atrae la novedad de las circunstancias que rodean el relato, el comportamiento de los personajes y el modo pausado de una cinematografía con un tiempo distinto al nuestro.

Su director exprime al máximo el uso del tétrico orfanato, y logra crear inquietud en los pasajes en los que el protagonista recorre habitaciones y lugares deshabitados y solitarios.
La trama va creciendo en interés, y otros referentes del género no tardan en aparecer; el seguidor habitual al género podrá encontrar paralelismos con films como Wicker man (1973) o similares, aunque el misterio se revele bastante antes del desenlace y no sea, ni mucho menos, tan impactante como el del clásico de Robin Hardy; muy al contrario, es previsible, pero también acorde con las pistas dejadas a lo largo del metraje.

Otro de los aciertos de la película es el actor principal, Vladimir Smirnov; lleva el peso de la narración sin problemas y consigue que nos metamos en su piel ante lo que se le viene encima.
Sveno es un film pequeño y no muy original en su totalidad, pero contiene partes sugerentes e interesantes, y es un apreciable reflejo de un cine, el ruso, que también tiene cosas que contar desde un punto de vista terrorífico.

 
Sinopsis: un grupo de jóvenes sale de excursión y pasa la noche en un albergue abandonado, 12 Colinas. Los rumores del lugar dicen que, cada 28 de diciembre, una maldición posee el edificio. Ignorando esta advertencia, los protagonistas empezarán a ser víctimas de bromas macabras.

Tengo que admitir que tenía serias dudas sobre una película dirigida por tanta gente de una escuela de cine. Después de verla mis dudas se vieron confirmadas, pero hay que decir que Los inocentes tiene el mérito de no desentonar en absoluto con cientos de otros productos que nos llegan todos los días de Usa con mayores presupuestos. De hecho, este slasher quizás sea el mejor de este subgénero rodado dentro de nuestras fronteras, y es que hasta ahora la mayoría de intentos (quitando, quizás, Tuno negro) por emular a Jason y compañía habían sido desastrosos, con títulos tan delirantes como School killer o Xp3d.

Una de las primeras cosas que me llama la atención es el parecido de este film con Slaughter High (1986), aquí titulada El día de los inocentes. En aquella, un joven gafotas es humillado y desfigurado por sus compañeros de clase; tiempo después, un grupo de amigos entre los que se encuentran algunos de los culpables, se van a una casa abandonada a pasar el día de los inocentes. Allí serán eliminados uno por uno a través de bromas mortales. Desde luego existen parecidos con Los inocentes, pero puede que sea pura coincidencia (El mundo del cine de terror es un pañuelo).

El inicio del film producido por la ESCAC es fresco y tiene su gracia; hay soltura en los diálogos y naturalidad en los actores, a pesar de que el guión cuenta con todos los estereotipos posibles: el friki, el guaperas, la guarrilla, etc.
Desgraciadamente pierde fuelle y ritmo cuando empiezan los asesinatos - casi todos ellos producidos en escenas aisladas- y que convierten Los inocentes en un rutinario Body count sin demasiada sangre y poco imaginativo.

 En su último tercio –cuando uno ya está deseando que acaben sus largos 70 minutos- la cosa remonta algo el vuelo y termina con un final correcto y un tanto cruel.
A pesar de lo irregular del asunto, se agradece el hecho de ver un producto bien intencionado y respetuoso con las reglas del género. Las mismas reglas que la hacen sólo recomendable para fans del slasher y del terror cañí.
El resto, abstenerse.  

miércoles, 30 de octubre de 2013

LA MANO, dia 1: IN THE HOUSE OF FLIES


Hola a todos. Paso a poner la primera crítica del Festival de cine de "La mano". Cuando vaya teniendo tiempo colgaré comentarios sobre la presentación de Collin Arthur, los cortos y las otras pelis.

In the house of flies, Año: 2012, Director: Grabriel Carrer, Reparto: Lindsay Smith, Ryan Kotack.

Sinopsis: Heather y Steve son dos jóvenes que son secuestrados y encerrados en el sótano de una casa abandonada. El misterioso secuestrador sólo se comunica por un teléfono y poco a poco va dejando claras sus intenciones: hacer sufrir a la pareja, que desconfien el uno del otro. Busca su absóluta destrucción.

Primera película del Canadiense Gabriel Carrer, In the house of flies ha pasado por varios festivales y ahora llega a nosotros gracias a “La mano”, Festival de cine fantástico y de terror de Alcobendas y Sanse.
La cinta tiene un comienzo prometedor: Hay una buena ambientación de los ochenta, la fotografía está cuidada y los rotulos de los títulos de crédito recuerdan a Drive.

La escena del secuestro es concisa e intrigante, y las subsiguientes imágenes del sótano prometen un escenario polvoriento y angustioso. A través de las primeras llamadas de teléfono vamos conociendo (es un decir) la personalidad psicopática del secuestrador y nos adentramos en la intriga de las maletas, mientras los protagonistas intentan no perder la compostura. Hasta ahí todo más o menos bien, pero a medida que se van sucediendo los acontecimientos, el film cae en la rutina y en los tópicos de todas las cintas de torture rodadas desde Saw.

In the house of flies es otro de esos films que tratan de epatar al espectador a toda costa; no importa la personalidad del psicópata, cuyas líneas de diálogo no parecen recitadas por un tarado, sino por el defensor del pueblo. Tampoco importa si comete acciones ilógicas cada dos por tres (¿Una pistola para los secuestrados?) o cuales son sus motivaciones. Lo principal es la búsqueda de la humillación de los protagonistas, el sadismo cursi y el sufrimiento impostado.
Todo suena a artificial y forzado. El ritmo del film decae de manera alarmante a medida que llega el final (llamadas y maletas, maletas y llamadas), y el nivel interpretativo de los dos jóvenes no llega al aprobado, quizás debido a un guión que pretende intensidad sin tener ninguna profundidad.

La degradación de los personajes se quiere mostrar con una gran carga dramática, pero cuando los personajes y las situaciones son de cartón piedra, da igual que se coman una rata o que se saquen el ojo con una cucharilla.
No hay emoción ni un final medianamente lógico. Al contrario, una de las últimas secuencias es de una torpeza amateur alarmante, y el bajo presupuesto no puede servir de excusa. Poco más que decir de un producto realmente pobre.
Ya sé que el nivel medio del cine fantástico actual es bajo, pero que una cinta como esta tenga fama dentro del circuito de festivales resulta preocupante.